La Navidad está a la vuelta de la esquina, lo que significa celebraciones con la familia y amigos. Esto es sinónimo de compartir excesos en las comidas. Aumentamos la cantidad de raciones, comemos alimentos poco saludables y nuestro organismo puede sufrir consecuencias como digestiones lentas y pesadas con posibles cambios del tránsito intestinal, subidas de nivel de colesterol, glucosa, etc. Por lo tanto, la prevención será clave para limitar los excesos y reducir las toxinas.
Así lo afirma Mireia Segarra, farmacéutica experta en dietética naturista y nutrición ortomolecular y colaboradora en Farmacia Soler, quien explica que para poder llegar a los postres sin la necesidad de desabrocharse el botón del pantalón debemos controlar las cantidades mediante la ingesta intuitiva, detectando los momentos de hambre y saciedad. La experta recomienda escuchar a nuestro cuerpo y hacerle caso cuando nos avisa de que ya está lleno y comer lentamente, disfrutando de cada alimento, de su textura, sabor y olor.
Cuestión de equilibrio
“Nuestro mecanismo de defensa es reaccionar compensando comidas, es decir, si sabemos que el día de Navidad nos espera una comida contundente, muchos de nosotros o no desayunamos o desayunamos muy poco. Con esto conseguimos que cuando llega la hora de sentarse a la mesa tenemos tanta hambre que nos será imposible controlarnos y comer de forma intuitiva”, declara Segarra. Por lo tanto, es recomendable hacer el resto de comidas de forma habitual y si nos sentimos muy llenos, hacer una merienda o cena más ligera, siempre siguiendo nuestras señales de hambre y saciedad.
Excesos en Navidad: alimentos que nos ayudarán a superar el empacho
– Ensalada de alimentos amargos para acompañar los platos de proteína y de grasa. Por ejemplo: escarola, endivia, rabanitos, un grano de ajo picado fino, una granada, aceite de oliva virgen y vinagre de manzana no pasteurizado. Todos estos ingredientes nos ayudarán a digerir.
– Salsas digestivas para acompañar las comidas más grasas: hechas a base de jengibre rallado, nabo crudo, rabanito y aliñado con vinagre de manzana no pasteurizado.
– Una cucharada sopera de chucrut (col fermentada) o de germinados (alfalfa, por ejemplo) acompañando las comidas fuertes. Contienen enzimas para digerir mejor y propiedades probióticas.
– Fruta seca, azúcar de rapadura o miel como alternativa saludable al azúcar refinado.
– Frutas como la manzana, la pera, el kiwi o la uva, ya que nos aportan un tipo de fibra que ayuda a eliminar toxinas y limpiar los intestinos, además de regular el estreñimiento. El pomelo es otra fruta con poder diurético.
– Remolacha, rábano negro, alcachofa, col y apio. Todos tienen propiedades diuréticas, protectoras del hígado y de la vesícula biliar. Purifican la sangre y tienen poder antioxidante que permite captar las toxinas y eliminarlas del organismo.
Suplementos naturales para depurar el organismo de toxinas y excesos
– Cardo mariano (Silybum marianum)
Protege el hígado y la vesícula biliar, con acción antiinflamatoria. Actúa como antioxidante de las células hepáticas y elimina impurezas que se depositan cuando se filtra sangre contaminada.
– Diente de león (Taraxacum officinale)
Tiene poder estimulante de la función hepática y biliar. Gran poder diurético. Depura la sangre de toxinas.
– Alcachofa (Cynara scolymus)
Contiene cinarina como principio activo mayoritario y su principal función es favorecer la secreción biliar para ayudar a digerir las grasas. Tiene efecto hepatoprotector.
– El inositol
Ayuda al hígado a descomponer y metabolizar mejor las grasas y eliminarlas del organismo. Se potencia su acción en combinación con vitaminas del grupo B. Cuando se consume con la colina forma lecitina, conocida para luchar contra la formación de grasa.
– La cúrcuma (Curcuma longa)
Es más conocida por su función como antiinflamatorio, pero su elevado contenido en curcumina permite atribuirle propiedades hepatoprotectoras y antioxidantes junto con propiedades coleréticas y colagogas, ya que favorece el drenaje y vaciado de la vesícula biliar. Mejora las digestiones, especialmente las de grasas, y disminuye las flatulencias.
– El boldo (Peumus boldus)
Tiene una función digestiva importante ya que aumenta las secreciones biliares cosa que facilita estos mismos procesos. También tiene función hepatoprotectora y propiedades carminativas -favorece la eliminación de gases-, sedantes, depurativas y diuréticas.
Platos ligeros para diseñar un menú que evite excesos de Navidad
Entrantes: chips vegetales, encurtidos, patés vegetales, canapés con pan de harina integral y semillas.
Primeros platos: canelones de espinacas; pastel de pescado; rollitos de esqueixada de bacalao con salsa de albahaca; ensalada de kale macerada con salsa de aguacate; canelones de berenjena rellenos de calabaza, xiitake y nueces; sopa de pasta con caldo vegetal; cremas de verduras como la vichyssoise caliente o crema de calabaza con semillas de sésamo; canelones de pescado…
Segundos platos: pollo ecológico con pasas y piñones, pescado al horno, marisco, redondo de seitán, calabaza rellena de lentejas y arroz.
Postres: fondue de chocolate negro con brochetas de fruta, pastel de zanahoria (con azúcar de caña integral), polvorones de aceite de oliva (sin mantequilla), turrones hechos en casa.