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El aumento de casos en países hasta ahora limpios del virus han convertido al Zika en uno de los protagonistas de Río 2016. No precisamente por el riesgo que corren los atletas sino por la masiva afluencia de espectadores procedentes de muchos y diferentes países. Lo advierte un recentísimo estudio de la Universidad de Yale, que incide en la posible expansión del virus a zonas del globo terráqueo en las que el Zika no ha hecho su aparición. El motivo, sencillo y fácil de comprender: Brasil es el punto de origen y núcleo de la infección.

La epidemia, aseguran por otro lado expertos británicos, no presenta visos de permanencia a largo plazo. Todo lo más, dos o tres años, a tenor de las predicciones matemáticas realizadas en el Imperial College de Londres en base al comportamiento de virus similares al causado por el mosquito Aedes albopictorus. Así las cosas, la gran preocupación de toda la Comunidad Internacional son esos 1.500 bebes nacidos con hidrocefalia y los que podrían nacer con esta enfermedad y otras malformaciones. Ellos, por supuesto, y la posibilidad de que los nacimientos de niños infectados continúen.

¿Qué hacer si vamos a viajar a un país de alta incidencia?

Resulta básico evitar el contagio por transmisión sexual y no quedarse embarazada en los meses posteriores al regreso de uno de estos países. Por ejemplo, en el caso de aficionados deportivos que hayan acudido a Río 2016. El preservativo, fundamental, puesto que el virus que transmite la picadura del mosquito Aedes albopictus se encuentra en los espermatozoides y, tal como explica la ginecóloga Fulvia Mancini, “persiste tras la resolución de la infección aguda. De hecho se han registrado casos de infección por transmisión sexual hasta antes de desarrollar los síntomas de la infección aguda”.

En segundo lugar, el caso de futuros padres, la criopreservación de semen destaca como una medida muy eficaz, puesto que se puede realizar tan sólo tres días antes de viajar. Criopreservar consiste en congelar el semen sine die para salvaguardar el material reproductivo, en este caso de un virus que afecta a los futuros nacidos. “La congelación del semen es muy rápida. Solo se necesita una analítica de sangre para valorar la presencia de infecciones como el SIDA, la sífilis, la hepatitis B y la C. Esta información sirve a los laboratorios para conservar las muestras de manera correcta y segura. La analítica no tarda más de dos días y si todo está bien se puede dejar la muestra de semen para su preservación, sin más”

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