casa objeto de deseo

Afrontar la venta de un inmueble puede ser una tarea complicada. Hay que tener en cuenta multitud de cuestiones relacionadas con la documentación, las escrituras, costes de reformas, etc. Además, la vivienda tiene que despertar el interés necesario para que los futuros compradores cierren una visita y se decidan a comprarla. La inmobilaria Housell ha reunido algunos consejos para convertir una vivienda en objeto de deseo ya sea de cara a la venta, o para los recientes compradores que acaban de adquirirla:

Home Staging. Una puesta a punto

El concepto de home staging se traduce en una serie de técnicas, que se llevan a cabo para convertir un inmueble en objeto de deseo para cualquier potencial comprador. Su traducción al español significa, literalmente, la puesta en escena de la casa. Y, ¿cómo se hace eso? En primer lugar, hay que procurar despersonalizar el espacio: adiós a la fotos de familia, colores fuertes, o cualquier deje de personalidad de los “antiguos/actuales” propietarios. Ordenar, limpiar, organizar los espacios de manera lógica y racional. Además, aprovechar la luz es otra de las características más importantes a tener en cuenta en la puesta en práctica de esta técnica.

No pasarse con los gastos

La mayoría de las personas que buscan comprar una casa procuran hacer los mínimos cambios y mejoras, con la intención de adquirir el inmueble listo para entrar a vivir. Por ello, es importante tener en mente, dar un pequeño lavado de cara a la casa cubriendo los desgastes generados por el paso del tiempo. Reparar las imperfecciones, repasar la pintura, revisar las tuberías y aquellos detalles, que puedan hacer a los futuros inquilinos arrepentirse de la compra antes de cerrar el proceso de venta.

Intentar no entorpecer a las visitas

Acumular muebles en zonas comunes como pasillos, salones, baños, puede ser un inconveniente para los que vayan a visitar la casa. La idea es intentar eliminar todos aquellos objetos que interrumpan el paso. Con el objetivo de ganar espacio y amplitud en la vivienda. Además, el exceso de mobiliario puede ser un error a la hora de aceptar una visita. La acumulación puede transmitir a los interesados que los actuales propietarios tienden al desorden y la dejadez según se encuentre el estado del inmueble. Es recomendable deshacerse de todos aquellos objetos que no se vayan a usar.

La imagen vale más que mil palabras

Está comprobado que todo el mundo juzga por la imagen, y mejor que lo hagan para bien. Es importante contar con un especialista, capaz de captar los mejores ángulos de la vivienda. Las fotos minimalistas, con escasez de filtros y que dejen ver la realidad del inmueble son una técnica acertada. Hacer fotografías que transmitan sensación de amplitud son un tip a tener en cuenta.

No es imitar o copiar, sino inspirarse en los alrededores

Una vez que todo esté listo, llega la hora de salir a la calle. Inspirarse en el ambiente, los inmuebles de alrededor. Visitar algunos portales inmobiliarios online para no dejarse engañar por los precios. A pesar de la competitividad del mercado es importante “tener los pies en la tierra”. Ser realista con el precio de salida del inmueble. No es lo mismo tasar un bajo que un ático, un piso interior que exterior, etc. Las localizaciones colindantes también afectan. El hecho de incluir zonas verdes, comercios, proximidad al centro de la ciudad, también harán variar la escala de precios.

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