El verano está lleno de placeres. Muchos de ellos para el paladar. La mayoría cargados de contraindicaciones para la forma física. Aperitivos que se convierten en almuerzos, cafés que derivan en tapeo, actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables… Sobrevivir a estos maravillosos momentos es posible, pero solo si prestamos atención a estos errores a evitar que nos descubre Alejandro Cánovas, nutricionista del hotel Barceló Montecastillo.
Kilos extra este verano, ¿cómo evitarlos?
Confundir sed con hambre
En verano nos deshidratamos con mucha más facilidad. Más del 30% de las personas cometen el error de confundir la sed con hambre. ¿Cómo diferenciarlo? “Bebe un vaso grande de agua y espera cinco minutos. Si la sensación vuelve escoge un snack saludable como las nueces. La mayoría de las veces se trata de una mezcla de ambas sensaciones”, afirma el nutricionista.
Barra libre de fruta
Sí, pero no descontroladamente. No hay que olvidar que contiene azúcares. No se recomienda comer más de 4 o 5 piezas al día (aunque depende de la condición y ejercicio físico personal). “Lo ideal es consumir cuatro piezas: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer”, apunta Alejandro.
Los smoothies
Son una opción fit que aglutina de un plumazo y en versión rica una buena cantidad de frutas. En el Vital Corner del hotel Barceló Montecastillo se combinan con verduras, semillas y otros súper alimentos en función de los intereses, patologías (colesterol, problemas digestivos, hipertensión…) o condición física (ricos en proteínas para los deportistas). En este hotel lo preparan en una neverita y… ¡ready to go!
Refrescos light como bebida social
Este tipo de bebidas reducen significativamente el aporte de calorías, pero hay que dejar de pensar que por tomarlas nos estamos cuidando. «No hacen una contribución nutricional positiva al organismo”. Según Cánovas, “es mucho más beneficioso inclinarse por bebidas como el zumo de tomate, que tiene muy pocas calorías y aporta nutrientes”.
Sin embargo, en contra de lo que muchos pueden pensar, no es necesario renunciar a la cerveza fresquita,. De hecho, muchas investigaciones han demostrado que el consumo de cerveza sin alcohol tiene numerosos beneficios,. Entre ellos el de estimular la producción de ‘colesterol bueno’, que previene la formación de depósitos de grasa en las arterias y disminuye el riesgo de padecer infarto en corazón y cerebro. Además, contiene antioxidantes que frenan el envejecimiento y deterioro de las células del organismo.
Saltarse la cena
Haber picado algo a media tarde no debería implicar saltarse una comida principal como es la cena. “Sunque sí hay que adaptarla, reduciendo proporcionalmente el grupo de alimentos que se haya tomado durante el picoteo”, explica el nutricionista de Barceló Montecastillo.
Si lleva lechuga no engorda
Llamar ensalada a cualquier comida que incluya lechuga no reduce automáticamente su aporte calórico. Según Cánovas “debemos tener cuidado con ingredientes como el queso de cabra, el exceso de frutos secos, los crutones de pan o las salsas, ya que convierten las ensaladas en platos hipercalóricos”.