Las celebrities ya se han apuntado a la tendencia del ‘multi masking’, una técnica beauty que ha revolucionado las redes sociales. Consiste en aplicar diferentes mascarillas faciales de acuerdo a las necesidades concretas de cada zona, para así extraer los máximos beneficios de cada una de ellas y alcanzar los resultados deseados, todo en un solo ritual que dura entre 5 y 20 minutos. Los especialistas de Douglas explican los beneficios de esta moda y cuáles son las mejores maneras de sacarle partido.
1. Mascarillas anti-edad: Aplicar en las zonas más propoensas a la aparición de líneas de expresión, patas de gallo, comisuras de los labios o el ‘arco de la sonrisa’ y la frente. Aplicando una mascarilla sobre estos puntos se conseguirá reducir las arrugas y dar a la piel un aspecto más juvenil y revitalizado.
2. Adiós puntos negros: La zona T es la zona del rostro que más impurezas acumula, siendo la más propensa a la aparición de puntos negros, poros abiertos o granitos. Una mascarilla purificadora, por ejemplo de barro, ayudará a acabar con estas impurezas gracias a sus ingredientes naturales.
3. Hidratación: Aunque en el caso de cada rostro estas zonas varían, las áreas señaladas son aquellas en las que más suelen apreciarse rasgos de deshidratación. Una mascarilla enriquecedora ayudará a mantener estas zonas más hidratadas, favoreciendo así un aspecto saludable y reteniendo el proceso natural de envejecimiento de la piel.
4. Iluminar: No hay nada mejor que un rostro iluminado de manera natural y con un aspecto descansado. Una de las zonas que más sufren el cansancio es el contorno inferior de los ojos, reflejándose en ojeras o inflamación. ¿La solución? Una mascarilla relajante y refrescante para descongestionar.
5. Aspecto saludable: Las mejillas son una de las zonas que más refleja la salud no sólo del rostros sino de todo el cuerpo. Unas mejillas suaves y jugosas se alcanzan con una mascarilla que se adapte a las necesidades de esta zona facial.