dolor de espalda

¿A quien no le duele alguna vez la espalda? Muy pocos, incluidos los niños se libran de molestias, contracturas, dolor e inflamación en esta parte de nuestra anatomía. La culpa de que la lumbalgia, sin ser considerada una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, sea una epidemia global la tienen las malas posturas, el estrés y, claro, los esfuerzos relativos a cada trabajo.

Si preguntásemos a alguien de nuestro entorno cercano en este momento, sería difícil que alguien no tuviese una pequeña inflamación , un dolor en la parte baja al agacharse o simplemente tensión en el cuello. Es habitual automedicarse, explica el autor de Escuela de la Espalda, Ata Pouramini, quien, tras quince años en su consulta de quiropráctica en Valencia ha detectado los errores más comunes de quienes se tratan ellos mismos su “problema de espalda”. Lo hacen, se lamenta el experto, siguiendo los peores consejos de familiares, conocidos o amigos. Son algo así como los falsos mitos relacionados con el cuidado de la espalda.

Lo mejor para la espalda es nadar y, si es cada día, mucho mejor

Seguir este consejo te puede salir muy caro si tu problema es de cervicales, puesto que el estilo tradicional, a braza, supone un esfuerzo para el cuello, que no sólo no ayudará sino que puede contribuir a la inflamación y el dolor. Hacer deporte cuando se tiene contracturas, por otro lado, debe basarse en los estiramientos, y nunca realizarse en jornadas sucesivas.

Hay que aplicar calor local en la zona

No exactamente. Depende del dolor y del tipo de lesión, si la hay , explica Pouramini. El frío debe aplicarse en casos de problemas de carácter agudo, con el fin de bajar la inflamación, unas tres veces al día entre cinco y veinte minutos. Según la zona y protegiéndola con una toalla para no quemar la piel.

Esta manipulación está indicada en los tres primeros días después de notar el dolor. Si no hemos tratado la zona durante los tres primeros días, es mejor aplicar calor. La tradicional manta eléctrica, durante 20 minutos hará las misma función que el parche frío de gel.

Permanece en reposo

Los músculos necesitan movimiento porque están diseñados para ello. Si tienes un pinzamiento es posible que no que te quede más remedio que guardar cierto reposo intermitente, pero para las contracturas es mejor estirar, calentar y caminar. El reposo absoluto continuado produce pérdida de masa muscular, dolores corporales y cierta abulia, que puede llevarnos a somatizar el dolor y a convertirlo en crónico.

Tómate estas pastillas, que me a mí me han ido muy bien

Sí, todos llevamos dentro un doctor, y ahora con el buscador de Google a un doctor mejor informado. Sabido es que no hay que automedicarse. En el caso de la espalda, si el dolor persiste tres días hay que acudir al médico. Por supuesto si es muy intenso, tras un traumatismo o durante la práctica deportiva, debe hacerse inmediatamente. Si nos automedicamos podemos enmascarar la lesión. Es posible también que nosotros mismos reduzcamos esa contractura o pequeño pinzamiento, pero volverá a ocurrir. Nos volverá a doler la espalda porque este problema no es en general de tratamiento sino de prevención: mejores posturas , deporte y estiramientos, una vez más.

Que nadie te toque la espalda

Las técnicas de manipulación de las zonas afectadas, –fisioterapia y quiropráctica, entre otras –, pueden ayudar mucho con las lesiones de origen mecánico y evitar la sobremedicación. No tienes más que ver que los deportistas profesionales las emplean a diario exclusivamente para estar en buena forma y para la recuperación muscular.

El dolor de espalda puede cronificarse debido a un mal diagnóstico , a este tipo de planteamientos erróneos y a la automedicación. Ata Pouramini recomienda no resignarse y siempre buscar soluciones de la mano de profesionales.

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