La genética junto con los hábitos de vida, incluidos factores como estar conectado con familia y amigos, son claves para llegar a los 100 años.

«Científicamente, se sabe que la longevidad de nuestros parientes cercanos determina nuestra esperanza de vida, así que sabemos que la genética es un factor importante, pero son cada vez más los investigadores que están demostrando que la longevidad se ve influenciada por el tipo de ejercicio físico y el bienestar emocional de la persona», comenta la doctora en Farmacia, nutricionista y creadora de la Dieta Coherente, Amil López Viéitez.

Ambioma vs Genoma

El ambioma es el conjunto de elementos no genéticos, cambiantes, que rodean al individuo y que junto con el genoma determinan el desarrollo del ser humano o la aparición de una enfermedad.

La elección de alimentos está determinada por factores genéticos. Un ejemplo, comenta López Viéitez, quien acaba de publicar el libro ‘Tu última Dieta’, es que “las personas con ciertos polimorfismos en los genes TAS2R38 y FGF21, tienen una mayor predisposición a ingesta compulsiva emocional en respuesta al estrés, enfado, frustración, aburrimiento o ansiedad; a ser golosos y a picotear entre horas”.

El gen TAS2R38 condiciona la sensibilidad al sabor amargo en mujeres, lo que predispone a comer menos verduras y a que la dieta sea más hipercalórica.

Por otro lado, la práctica regular de actividad física adecuada a cada persona en función de sus genes, mejora el peso y el porcentaje de grasa corporal, aumenta la diversidad de la microbiota, reduce las citokinas proinflamatorias, aumenta las enzimas antioxidantes y mejora la evolución de muchas patologías.

Las personas con ciertos polimorfismos en los genes CETP y BDNF notarán mejores y más rápidos beneficios al comenzar una rutina de entrenamiento a nivel de perfil cardiovascular, capacidad respiratoria, efectos antiaging, antiinflamatorios…

Sin embargo, según el grado de eficiencia metabólica determinada por varios genes, puede ser necesario aconsejar a la persona que modere el ejercicio físico de resistencia porque si no, no conseguirá alcanzar sus objetivos. O si tiene polimorfismos en los genes GDF5, COL1A1, IL6 y CRP, será necesario advertirle que evite ciertos entrenamientos intensivos de fuerza/potencia porque su riesgo de lesión es más alto que para la población normal.

Test Genéticos

Una vez que conocemos el genoma humano y sus variaciones interindividuales en genes clave, es posible predecir la interacción de los factores ambientales con la genética de la persona y hacer una verdadera medicina preventiva.

Los test genéticos permiten adaptar el consejo nutricional y de ejercicio físico a la genética personal y así poder predecir antes de la intervención dietética, el éxito de la misma.

Desde la plataforma Dieta Coherente abogan por que la Nutrición de Precisión se apoye en los Test Nutrigenéticos en las consultas. Estos se basan en la extracción de una muestra de saliva o de sangre, para realizar el perfil genético de los genes de interés. Gracias al acceso a potentes bases de datos metagenómicas, se puede hacer la recomendación de la dieta y programa de entrenamiento más adecuados para cada individuo.

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