Son productos de cosmética que, además de tener unas propiedades excelentes para la piel, al mismo tiempo estás contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas que viven en este país. Estas organizaciones por cooperativas para la producción de esta manteca de sobra sabemos que toda la recolección, manipulación de los productos, está realizada de forma natural por ellos mismos.
La manteca de karité es el aceite procedente de las nueces del árbol Vitellaria paradoxa, también conocido como Butyrospermum parkii en la industria cosmética. Ha sido utilizada durante siglos en África, su uso se menciona en casi todos los documentos históricos africanos, incluyendo el Egipto de Cleopatra, las caravanas la transportaban para uso cosmético. Algunos monumentos funerarios fueron tallados en la madera de viejos árboles de karité, esta manteca siempre ha sido un elemento básico de la farmacología de África debido a Karitésus efectos descongestionantes, anti-inflamatorios, y a que también es eficaz en el tratamiento de los esguinces y de la artritis, además, se usa como ungüento curativo, en lociones para el cabello y para el cuidado de la piel.
En unos ensayos clínicos recientes, se descubrió que la manteca de karité ayuda a proteger la piel contra las agresiones climáticas y los rayos UV, previene la formación de las arrugas, suaviza la piel irritada y agrietada, e hidrata la epidermis. También mejora la regeneración celular y la circulación capilar, lo cual ayuda a prevenir y a minimizar las estrías, inflamaciones y cicatrices. La manteca de karité es de color amarillento o de color marfil. Es un producto orgánico, y por lo tanto huele a nuez natural.