Los beneficios de la venta de pulseras Olea y Olé durante los días 18, 19 y 20 de octubre serán donados a una ONG
Olea y Olé se une al Día contra el Cáncer de mama a través de una iniciativa solidaria, en la que donaremos todos los beneficios obtenidos de la venta de nuestras pulseras a una ONG. El cáncer de mama es una enfermedad que se cura en el 80% de los casos pero es importante realizar revisiones médicas e intentar prevenirlo a través de una vida sana. ¿Sabías que nuestro líquido dorado más preciado ayuda a prevenirlo?
Desde hace tiempo, los científicos conocen bien que la llamada dieta mediterránea, rica en fruta, verdura, pescado y aceite de oliva, protege contra el cáncer de mama. Si realizamos una búsqueda exhaustiva en el principal buscador de publicaciones médicas con los términos ingleses «olive oil» y «breast cancer», obtendremos como resultado un centenar de artículos, lo que da una impresión de la importancia, cada vez mayor, que se le está otorgando a la relación entre el aceite de oliva y el cáncer de mama, una de las principales causas de mortalidad de la mujer.
Muchos de los artículos están en relación con la investigación básica, es decir, la realizada con biomoléculas, células en cultivo o animales de experimentación. En la gran mayoría de estas investigaciones se observa que el aceite de oliva y sus compuestos, en especial el ácido oleico omega-9 y los polifenoles, disminuyen la expresión del gen Her-2/neu. Este gen promueve la aparición del tumor, por lo que la disminución de éste que producen los compuestos del aceite de oliva protegería, de manera teórica, contra la aparición del cáncer de mama.
Sin embargo, los ensayos realizados en humanos constituyen, indudablemente, las investigaciones con mayor validez científica. En estudios de este tipo llevados a cabo en España, Italia y Grecia se ha confirmado que los ácidos grasos monoinsaturados en general, y que el aceite de oliva virgen extra en particular, protegen contra el cáncer de mama.
Uno de ellos, llevado a cabo en 11 países europeos, confirmó que la ingesta de ácido oleico (el principal componente del aceite de oliva), protegía del cáncer de mama. Otra investigación, estudió a casi 10.000 mujeres italianas desde 1987 hasta 1992. La conclusión fue que una dieta rica en verduras y aceite de oliva disminuía significativamente el riesgo de padecer cáncer de mama. Otra investigación, en la que se estudiaron a casi 800 mujeres canarias, confirmaba el papel protector del consumo del aceite de oliva contra el cáncer de mama. Otros estudios de metodología similar han confirmado estos mismos resultados.
En general, la gran mayoría de las investigaciones ratifican el papel protector del aceite de oliva no sólo contra el cáncer de mama, sino también contra otros tipos de cáncer. Por ello, las recomendaciones de las instituciones públicas y privadas deberían centrarse tanto en la promoción de la dieta mediterránea a través de estrategias políticas, económicas y sociales como en las ayudas para el consumo y la comercialización del aceite de oliva.