En primer lugar, es necesario conocer muy bien las facciones de nuestro rostro para saber de qué forma podemos sacar mayor partido a la trenza. Las caras redondas disimularán su curvatura facial con tupé o varios mechones sueltos cayendo a los lados de la cara. Los rostros alargados deberán olvidarse de dar volumen al tupé ya que eso contribuirá a alargar aún más el rostro. Para las caras cuadradas, dejaremos mechones a ambos lados de la cara para disimular su forma.
Trenza de dos mechones:
1. Peinamos el pelo y aplicamos un poco de sérum para que los pelos no se escapen del peinado.
2. Peinamos el cabello hacia el lado aplicando un poco de sérum, gomina o espuma para que no se nos escapen pelos de la coleta. Dividimos el pelo en dos mechones.
3. Una vez tengamos toda la melena hacia el lado, lo vamos enroscando con fuerza a la vez que vamos aplicando espuma para que no sobresalgan pelos.
4. Finalizamos la trenza cerrándola con una goma.
Trenza de tres mechones:
1. Peinamos el pelo y aplicamos un poco de sérum para que los pelos no se escapen del peinado.
2. Peinamos el pelo hacia el lado aplicando un poco de sérum, gomina o espuma para que no se escapen los pelos de la coleta. Dividimos el pelo en tres mechones.
3. Con los tres mechones en las manos, vamos trenzándolos hasta conseguir la clásica trenza de tres mechones.
4. Finalizamos la trenza con una goma. Para darle un toque chic, podemos adornarla con cualquier abalorio que se nos ocurra.
Trenza de cuatro mechones:
1. Peinamos el pelo y aplicamos un poco de sérum para que los pelos no se escapen del peinado.
2. Cogemos dos mechones, uno de cada lateral de la cabeza, y los llevamos hacia el centro.
3. Dividimos los dos mechones en tres (el tercero sale de la división de los dos mechones) y empezamos a tejer por encima del pelo del centro mientras vamos cogiendo pelo de los laterales. No tensar mucho el pelo, es preferible dejarlo flojo.
4. El mechón del centro lo dejamos suelto, no se toca ya que solo trabajamos con los laterales.
5. Al finalizar podemos abrir un poco la trenza para que quede desenfadada, es decir, despeinarla en su punto justo.