Pasado el verano, estamos inmersos en la rutina laboral y personal, rutina que muchas veces nos invade y nos agobia. ¿Es momento de malestar, bloqueo o cambio? Puede que el grado de satisfacción vital no sea bueno y no existan fuerzas ni motivación para emprender de nuevo nuestros compromisos profesionales y/o personales. Aunque no te sientas enfermo, el grado de insatisfacción que se siente es permanente e inmóvil.
¿Te has planteado esto reiteradas veces, en el ámbito personal y profesional?
1. No tengo fuerzas para ponerme a ello.
2. Seguro que no sale.
3. Me esfuerzo mucho y nadie lo valora.
4. Estoy desmotivado/a en mi vida personal y/o en mi vida profesional.
5. Me da miedo tomar la decisión incorrecta. Me bloqueo.
6. Siento angustia en momentos de mi vida que me impide avanzar (pareja, relaciones, trabajo, familia)
7. Me siento estancado en mi trabajo, frustrado.
8. Me siento mal en mis relaciones, siempre sigo el mismo patrón.
9. Vivo con angustia y estrés que me impide ser feliz.
10.
Necesito un cambio y no sé por dónde empezar, pero no soy feliz.
La mayoría de nosotros sí. ¿Solución? Un coach profesional
¿Por qué? Es un gestor de tu felicidad. No es un entrenador tal y como se suele entender, no es una persona que forme a altos empresarios o figuras de directivos, un coach profesional es un experto que ayuda a eliminar los elementos negativos de la vida con herramientas que facilitan la comprensión de nuestros pensamientos y comportamientos. El coaching es una guía para conocernos y nos ayuda a descubrir el camino para resolver nuestros problemas.
ASESCO, Asociación Española de Coaching, profesionalizan esta disciplina clave en la vida de todos nosotros. En el coaching la palabra “auto” es básica: autocontrol, autoconocimiento y autogestión. «El coaching pone las guías, pero es cada uno el que toma las riendas para resolver sus problemas y así encontrar el camino”. José Miguel Gil Presidente de ASESCO. El coaching se adapta a cada uno, es una ayuda a medida.