vuelta al trabajo

La vuelta de vacaciones suele ocasionar un trauma a todos los niveles tras un mes de ocio. Noemi Mateos, miembro de ASESCO (Asociación Española de Coaching) nos da las claves para que esta vuelta al trabajo, a la realidad, sea lo menos dura posible.

Puesta a punto postvacacional: Deshacer la maleta

Las vacaciones de verano son una oportunidad estupenda para descansar, salir de la rutina, viajar y desconectar; sin embargo, también realizamos excesos: cambios en los hábitos alimentarios, de sueño, en la forma de relacionarnos con nuestros familiares, pareja, amigos, gastos imprevistos … que pueden desequilibran nuestro estado mental e impedir que recuperemos la rutina habitual con normalidad. La buena noticia es que aún quedan días de verano y que estás a tiempo de realizar la siguiente puesta a punto que te ayudará a recuperar tu actividad cotidiana con energía renovada y la vuelta al trabajo… ¡Comenzamos!

Vuelta al trabajo: Pasos para recuperar nuestra mente

Lo primero que debes hacer para ponerte a punto tras las vacaciones es dejar de lado los excesos, sean del tipo que sean, y para ello primero tienes que ser consciente de tu responsabilidad para dejarlos marchar y trazar un plan de acción para recuperarte.

1. Empieza por tu cuerpo

¿Por qué? Te será más sencillo recuperar tu equilibrio mental ya que los efectos positivos de realizar ejercicio físico, cuidar tu alimentación y sueño los notarás de inmediato. Por ejemplo, cuando haces ejercicio físico tu cuerpo libera endorfinas y serotonina al instante, ayudándote a regular el sueño y el apetito así como tu estado de ánimo. Neurotransmisores que además de proporcionarte placer y eliminar toxinas, refuerzan tu autoestima.

Disfruta de una dieta saludable, dejando al lado los excesos en la alimentación, que te ayude a eliminar las toxinas que has acumulado en verano. Recupera poco a poco tu actividad física practicando un deporte que te guste, y si lo practicas en grupo con tus amigos… ¡fantástico! Además te ayudará a volver a recuperar las relaciones sociales con normalidad en la vuelta al trabajo.

2. Sigue con tus emociones y pensamientos

Llega el momento de deshacer la maleta y… ¡qué pena!, ¡se acabó lo bueno!, pensamientos de este tipo o similares pueden hacer su aparición por tu cabeza provocándote, por ejemplo, una emoción como la tristeza y que por lo tanto la calidad de lo que hagas no sea la que desearías.

El estado mental se compone de lo que piensas y de lo que sientes, reflejándose en tu cuerpo como mente inconsciente.

¿Qué podemos hacer ante esta situación?

Siempre es buen momento para escuchar a tu cuerpo y darle “lo que se merece”. Ahora más que nunca tras la pausa veraniega y la vuelta al trabajo. Tiene muchos mensajes para ti y toca “mimarse”. Escuchar tu cuerpo es recoger la información de las emociones, que se reflejan en tu cuerpo tomando distintas formas en función de la emoción.

Dialoga con tu cuerpo y hazle las siguientes preguntas:

¿Qué me dice mi cuerpo?
¿Qué necesita en este momento?
¿Cómo voy a satisfacerlo?

El verano es el termómetro emocional de las relaciones familiares y de pareja. Cambia la forma en la que nos relacionamos y eso influye en nuestro estado emocional. Practica la empatía emocional. Es decir, ponte en el lugar del otro emocionalmente para comprender lo que siente y a partir de ahí retomar la relación de una forma más enriquecedora con tus familiares.

3. Y si la vuela al trabajo te entristece…

Si sientes tristeza o ansiedad sólo con solo pensar en volver a tu trabajo y/o retomar tus obligaciones… Es el momento de pararte a reflexionar lo que tu emoción te tiene que contar y a partir de ahí actuar.

Agradecer el tiempo de vacaciones y valorar lo que has vivido te ayuda a centrar tu foco de atención en el momento presente reequilibrando tu estado mental, tomando consciencia de que la tristeza vive en el pasado y la ansiedad en el futuro y que son emociones fruto de los pensamientos que eliges en el momento presente.

Estás a un pensamiento de equilibrar tu estado mental. Comienza por mirar dentro de ti, pasar tiempo a solas contigo mismo y escucharte de forma activa. Una actividad que te ayuda a conseguirlo es la meditación o mindfulness que practicada de forma regular incrementa la conexión interna y tu creatividad. Así como cuidar tu “higiene mental”, limpiándote de pensamientos y emociones limitantes que contaminan tanto tu estado mental como físico.

4. ¿Cómo conseguir los objetivos deseados en el trabajo?

En estos días de vacaciones seguramente hayas dedicado un tiempo a reflexionar sobre tu situación laboral. Analizando el punto en el que te encuentras y hacia dónde quieres seguir avanzando.

Pasar de tener en la mente una preocupación a un reto bien definido es vital para recuperar el equilibrio mental en el trabajo. Los retos te motivan a pasar a la acción. Con la responsabilidad puesta en ti mismo y en lo que está en tu mano hacer para lograrlo.
Introduce elementos de placer en el camino del logro de tus objetivos. Se trata de disfrutar tanto del proceso como del resultado… ¡este será la guinda del pastel en tu vuelta al trabajo!

Prémiate. Acuérdate de cuando eras pequeño y participaste en alguna actividad lúdico-deportiva en las vacaciones de verano… llegaba el momento de la entrega de premios y era una pasada… ¿recuerdas cómo te sentías? Llegabas a tu casa enseñándole a tu familia la copa o la medalla o la bolsa de caramelos que habías ganado. Los premios son refuerzos positivos que incrementan la frecuencia de la conducta deseada. Además, son anclajes emocionales que nos conectan con estados emocionales inspiradores y potenciadores.

Ahora que sabes esto… ¿aún te resistes a premiarte?

Para evitar que el estrés haga su aparición en la vuelta al trabajo. Incorpórate de forma progresiva. Si tratas de volver a la rutina de golpe para “aprovechar más el tiempo” es probable que suceda lo contrario y que te llevemás tiempo. Además de tener paciencia contigo mismo practícala con los que te rodean. Recuerda que ellos- al igual que tú- también están incorporándose de sus vacaciones.

Y lo más importante de todo… ¡ten un rato de vacaciones todos los días! Hazle un hueco en tu agenda al placer, al disfrute y en definitiva a ti mismo. Teniendo en cuenta tus necesidades y deseos a diario y no sólo en vacaciones.

A través del Coaching te conocerás más a ti mismo y aprenderás a definir objetivos y planes de acción para lograrlos.

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