Vuelta a la actividad diaria y dolor de espalda no solo es cosa de niños y mochilas. Ni mucho menos. El 58% de las personas encuestadas en nuestro país en el primer Barómetro del Dolor, aseguran que presentan dolor en su puesto de trabajo. De lo que más padecen los españoles, por este orden, y según porcentaje, es la espalda – las zona dorsal – con un 37%, seguida muy de cerca por el cuello, con un 35% y de la zona lumbar – la parte baja, con un 31%.
Esta muestra, encargada por Voltadol, señala a nuestra población activa como una de las que más bajas médicas solicitan, lo que tiene sentido, según Ata Pouramini, si recordamos que los problemas de la espalda son los mayores culpables de absentismo a nivel laboral.
Dolor de espalda en el trabajo: las causas más comunes
En el caso de la mujer, advierte de la excesiva carga de los bolsos femeninos, que, además, suelen llevarse durante trayectos largos y en posturas poco adecuadas. Valgan aquí las mismas recomendaciones que hacemos para los más pequeños. Lo primero es evitar sobrecargarlos de objetos innecesarios; nunca, igual que las mochilas escolares, deben sobrepasar el 10% del peso del cuerpo. Además, hay que procurar cambiarlo de hombro. Para no forzar siempre el peso hacia el lazo izquierdo o derecho del cuerpo.
Si se lleva mochila, artículo unisex, nada de llevarla colgando de un lado. Cada tirante en cada hombro y si son acolchados, mucho mejor. Los tacones son una de las causas más importantes de las problemas de espalda. Aunque no se aprecie a corto plazo, su uso prolongado puede dar lugar a lesiones como el Neuroma de Morton y la espondilolistesis.
Recomendaciones para evitar el dolor de espalda
Ata Pouramini recomienda no llevar calzado alto. En caso de ser un requisito laboral, que los zapatos no tengan un tacón de más de tres centímetros. Además, a ser posible que tengan plataforma. El quiropráctico explica que este tipo de calzado modifica la postura corporal al desplazar a quien lo viste hacia delante, en un grado de inclinación proporcional a la masa corporal. Este desequilibrio, añade, afecta a la columna, cuyas ramificaciones nerviosas inciden en el resto del cuerpo.
Para las personas que tiene un trabajo sedentario, la recomendación es levantarse cada veinte minutos. Si las circunstancias lo permiten, permanecer en movimiento otros ocho. Subir escaleras, permanecer de pie en las reuniones. Así como sentarse correctamente frente al ordenador nos ayudarán a evitar la lumbalgia.