La OMS habla de pandemia “Esa palabra cuando nos habita genera un estado de miedo interno que se ve extremadamente reforzado por las continuas noticias, en parte por el contenido, pero ante todo, por la forma.” La socióloga Alicia aradilla, experta en neurolingüística analiza la NOTICIA de más actualidad y la importancia de su significado. “Pongamos algunos ejemplos de cómo, entre todos, podemos contribuir a bajar esta sensación de … podemos llamarlo, pánico, alerta, miedo, inseguridad, intranquilidad, … y todo desde una perspectiva mundial” Añade la socióloga.
La OMS hace unos días que en comunicado de prensa oficial renombró el virus como COVID 19, pero todos nosotros, los medios, la sociedad, seguimos utilizando la palabra coronavirus en portadas, conversaciones diarias, en todas partes.
¿Por qué es importante pasar de Coronavirus a COVID 19 para reducir la alarma social?
El hecho de que todos nosotros y los profesionales del lenguaje, donde las palabras al comunicar son la máxima herramienta, como los personajes públicos, los políticos o los medios, sigamos utilizando el término anterior, nos indica que la palabra Coronavirus ya nos ha habitado y dejarlo de hacer es más costoso, requiere una atención consciente. Ahí identificamos de nuevo el poder de las palabras, para crear o para destruir. En este caso, en ocasiones puede estar creando una alarma social alta que puede destruir la sensación de seguridad sanitaria de la población.
Ser consciente de las palabras que nos habitan y poner atención en las que utilizamos podría bajar la alarma social y la sensación de miedo que todos, en distintos grados sentimos.
La palabra COVID19 aún no nos habita, solo está sobre algunos papeles oficiales y la utilizamos, tanto medios de comunicación, como ciudadanos de manera residual.
Las personas Somos palabras, eso significa que cuando pronunciamos o escuchamos palabras, en nuestra neurología se despliega una experiencia en el plano mental y emocional, en el territorio consciente de nuestra mente (cognitivo) y también el territorio subconsciente.
Una pequeña y poderosa solución sería que todos -con mayúsculas- comenzáramos a utilizar el nuevo nombre COVID19, porque la significación social que le atribuimos es distinta, en esa significación social se incluyen perspectivas como se está buscando una solución médica que cada día está más cerca. La Administración está en alerta para protegernos, poniendo recursos, activando protocolos de actuación, nuestro sistema sanitario tiene capacidad y calidad en los casos que están dando positivos.
Por ello, cada vez que utilizamos el término nuevo, incluimos todas estas premisas que generan estados emocionales distintos.
La palabra Coronavirus está tan cargada de incertidumbre, que nos resulta muy difícil de asumir y entramos en miedo individual y pánico colectivo. Esta incertidumbre está causada también por la facilidad de contagio. Estamos en una situación en la que nuestra área de influencia es mínima, pues es realmente difícil vivir en núcleos urbanos sin tener contacto directo con personas desconocidas (transporte público, centros comerciales, oficinas, colegios ….) cada día. A lo que se suma el continuo trasiego de pasajeros entre las distintas partes del mundo. EN 24 horas de avión podemos estar desayunando en el otro lado del mundo, esta situación que se ha convertido en un gran inconveniente, pues facilita la propagación del virus.
El área de influencia más poderosa la tienen grandes corporaciones, como la OMS, que renombra la palabra en un intento de cuidarnos y protegernos socialmente, recordemos la definición de salud de la OMS “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
Por favor, sigamos la propuesta de renombre a COVID19.
Si parece tan lógico y evidente ¿Por qué no lo estamos haciendo?
¿Cómo podemos hacerlo? A través de la inteligencia emocional
La respuesta es multicausal, pero en relación al simple hecho de cambiar la terminología, guarda mucha relación con la inteligencia emocional. Sólo las personas con un nivel de inteligencia emocional medio y alto sabrán gestionarde manera correcta sus emociones y contribuir significativamente a bajar la alarma social.
La situación, evidentemente, tiene una dimensión principal que es la sanitaria, pero tiene otra igualmente importante que es la inteligencia emocional.
Las personas con una Identidad Narrativa bien definida sabrán vivir esta situación de manera adecuada y serán de las pocas personas que pueden contribuir a bajar la alarma social.