Cuando estás delante de una botella Bravoleum te das cuenta enseguida de que no se trata de un aceite de oliva cualquiera. Su original envase, elegante y sofisticado, que desprende toda la esencia de nuestra tierra, es la mejor presentación para empaparnos de los aromas puros 100% ‘Made in Spain’.
Bravoleum, de variedad Picual y procedente de sus propias fincas familiares, está catalogado dentro de lo que se conoce como Aceites Vírgenes Extra de Alta Gama. Se trata de un oro líquido muy versátil que se puede degustar de varias formas: En crudo y untado en pan, o maridado con otros platos ya que es un gran potenciador del sabor.
En la web de Bravoleum, podemos ver un esquema desglosado de las notas de cata del AOVE. “Presenta un frutado verde intenso que recuerda a hierba recién cortada con vivos aromas de almendra, plátano y alcachofa. Ligeras notas de tomate, manzana e higuera. En boca, de entrada se presenta dulce con posterior ligero picor y casi inapreciable amargor. Se vuelven a apreciar los matices de almendra, alcachofa, tomate, plátano y manzana”.