Como indica un estudio reciente realizado a nivel mundial por La Federación Dental Internacional (FDI), con el objetivo de descubrir qué entiende la población por buenas prácticas para la salud oral, desveló que las visitas al dentista deben producirse de manera preventiva y no solo cuando nos duele algo o sufrimos alguna molestia en la boca. Lo ideal es acudir al menos una vez cada 6 meses, pero dicho informe ha revelado que tan solo un 42% lo hace.
Como indican los datos, una mala higiene bucal no siempre es producto de la dejadez, la pereza o el no preocuparse, en muchas ocasiones creemos estar haciendo bien las cosas y siguiendo unos hábitos buenos para tener una salud bucal adecuada, pero en realidad estamos perjudicándonos. Éstas son las prácticas más comunes que damos por buenas, pero que en realidad, no son recomendables:
1. Cepillarse justo después de cada comida puede incrementar más el daño que los ácidos que hayamos podido comer o beber en la comida hacen a nuestros dientes. Lo ideal es esperar entre 20 y 30 minutos para debilitar lo menos posible el esmalte dental.
2. Enjuagarse con agua nada más finalizar el cepillado. El doctor Iván Malagón recomienda no hacerlo, ya que tendremos una mayor exposición al fluoruro de los dentífricos logrando así una mayor protección frente al ataque de las bacterias.
3. Tomar zumo de frutas de forma habitual. Los zumos de fruta se consideran una bebida saludable, y lo son, muchísimo mejor que los refrescos o bebidas carbonatadas, para la salud y para nuestros dientes, pero lo que no es recomendable tomarlos habitualmente ya que también contienen bastante azúcar y aumenta el riesgo de caries.
4. Acudir al dentista cuando se sufre alguna molestia. Las visitas al dentista deben producirse de manera preventiva y no solo cuando nos duele algo o sufrimos alguna molestia en la boca. “Lo recomendable es visitar al dentista al menos una vez cada 6 meses”, concluye el doctor Malagón.