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Para el colesterol, la hipertensión o la diabetes. Estos son algunos de los problemas de salud a los que nos enfrentamos a diario y en los que la práctica del ayuno mejora y reduce sus efectos, tal y como explica la experta en nutrición y dietética humana Elisabeth Bley. Pero… ¿Qué significa realmente el ayuno? Ayunar consiste en no tomar alimentos sólidos y beber solamente agua, infusiones, caldos de verduras y zumo de frutas, con una ingesta calórica que se sitúa alrededor de las 300 Kcal. Un ayuno realizado de forma controlada y bajo supervisión de un experto ofrece beneficios para la salud. Así lo demuestran los países donde los ayunos se prescriben como tratamiento terapéutico para ciertas enfermedades.

La experta Elisabeth Bley explica por qué es recomendable realizar ayuno y en qué beneficia a la salud:

1. Reduce el riesgo de patología cardiovascular: los estudios llevados a cabo con 4.500 pacientes en el Instituto Médico del Corazón del Centro Médico Intermountain de Utah, USA, así lo demuestran. La reducción media de disminución de riesgo cardiovascular fue del 39% frente a las personas que no realizaron un ayuno.

2. Disminuye los niveles de colesterol: cuando se está realizando un ayuno, el organismo necesita compensar con algún mecanismo la falta de glucosa. Los niveles de colesterol se elevan y pasa a utilizarse como sustrato energético. Así, se disminuyen los niveles de colesterol plasmático.

3. Ayuda a disminuir la hipertensión arterial: el ayuno reduce tanto la presión sistólica como la diastólica en personas con leve hipertensión. Pero se debe tener en cuenta que la hipertensión esencial se da en muchos casos en pacientes con arterioesclerosis. En este caso, se deberán utilizar estrategias para tratar esta patología.

4. Reduce el riesgo de padecer diabetes mellitus por resistencia a la insulina: la resistencia a la insulina se produce, principalmente, por un cúmulo de tejido adiposo en la zona abdominal. Al movilizarse las células grasas para que el organismo pueda obtener de ellas el sustrato energético que necesita, en el periodo de ayuno, estas disminuyen paliando la resistencia a la insulina.

5. Presenta beneficios en la sintomatología de las enfermedades reumáticas por sus efectos antiinflamatorios: durante el periodo de ayuno se genera un metabolito, el beta-hidroxibutirato (BHB), que ejerce un efecto inhibidor sobre una de las proteínas causantes de la respuesta inflamatoria, presente en muchas patologías inflamatorias.

6. Se produce un aumento en la producción de la hormona de crecimiento humana (GH), lo que hace que se estimule el crecimiento y la regeneración celular.

7. Ayuda a paliar los efectos negativos e indeseables de la quimioterapia: los estudios realizados en animales por el Dr.Valter Longo, en pacientes en California actualmente y en el Charity Hospital de Berlin (uno de los hospitales universitarios de Europa) demuestran que el ayuno provoca una disminución del factor de crecimiento del tumor y un ambiente protector para las células sanas. Actualmente se está llevando a cabo un estudio con pacientes que realizan cortos periodos de ayuno mientras realizan los ciclos de quimioterapia. Los pacientes que ayunan reducen los efectos indeseables de la quimioterapia, tales como náuseas, vómitos, diarreas y fatiga.

8. Promueve la pérdida de peso: aunque este no ha de ser el principal objetivo para ayunar, es una consecuencia derivada del ayuno, ya que los depósitos grasos del organismo se movilizan para ser utilizados en el metabolismo energético.

9. Normaliza los niveles dela hormona del hambre (grelina): esta hormona se segrega en el sistema digestivo para controlar nuestro apetito.

10. Presenta propiedades neuroprotectoras: los cuerpos cetónicos liberados durante el ayuno son un combustible ideal para el cerebro ya que suministran energía. El Doctor Dominique Lanzman publicó en su libro ‘La dietética de la longevidad’ uno de sus estudios científicos que demuestra que el cerebro sabe aprovechar mejor los cuerpos cetónicos que la glucosa. Esto no quiere decir en ningún caso que haya que ayunar más de dos semanas al año.

 

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